jueves, 5 de noviembre de 2020

Manotazo de ahogado

 

Mons. Eduardo María Taussig

Meses atrás nos enterábamos de las despóticas decisiones del obispo Taussig con respecto a la Comunión en el seminario y diócesis de San Rafael. Nuestra sorpresa se convirtió en tristeza cuando luego se anunció que el Seminario “Santa María Madre de Dios”, uno de los mejores seminarios del país, para fines de año iba a dejar de existir y sus seminaristas serian repartidos entre los demás seminarios argentinos.

Los fieles sanrafaelinos, indignados y con razón, reaccionaron con protestas ante el obispado. Seguidos por gestos de apoyo del resto del país y del mundo (como este video). Recordemos que el seminario de San Rafael ha dado muchos sacerdotes, distinguidos por su piedad y ortodoxia a la Iglesia; Dichos sacerdotes que ejercen hoy en el país y en el mundo han salido de allí, y no podrían estar más contentos en ser hijos de dicha institución.

Carteles colocados en el exterior del Obispado de San Rafael este 1 de noviembre

La indignación de los fieles fue brutal, basta ver las fotos: Pancartas, carteles, marchas, familias enojadas y sacerdotes reclamando los motivos por el cierre de su “casa madre”. Algunos de los carteles pegados en el edificio episcopal son significativas muestras del enojo que los fieles sienten ante la arbitrariedad episcopal (mera sombra del absolutismo papal) no solo por el cierre, sino por la incertidumbre del futuro de los seminaristas.

Siendo sincero, y como lo dije antes, no me gustaría estar en los zapatos de Monseñor Taussig hoy ante sus fieles (ni mañana ante Dios). Su competencia como obispo quedará profundamente cuestionada a los ojos de Roma; Para sus fieles su autoridad y su credibilidad es nula, y los esfuerzos por limpiar su imagen luego de estos hechos son meros manotazos de ahogado. Recientemente ha publicado una carta con intención de calmar a los fieles e invitarlos a dejar las protestas de lado, pero ambas cosas no pasarán.

La carta (que puede leerse aquí) es penosa y muestra la evidente falta de autoridad del obispo Taussig. Si analizamos algunos párrafos con pinzas, hallamos más dudas que respuestas sobre esta penosa situación.

Dice Taussig:

“El cierre del Seminario causa un sufrimiento inmenso a todos: a los seminaristas en primer lugar, que son los más afectados; a sus familias y comunidades; a los sacerdotes y, no menos también, al Obispo”.

¿Hacía falta monseñor? ¡Claro que duele! Y porque duele, es que sus fieles laicos rogaron por respuestas suyas o de Roma; No quieren saber que a usted le duele, quieren saber el porqué de sus acciones sobre este triste asunto, no les tome el pelo.

“El mismo Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. Llegó hasta la muerte y muerte de cruz. Pero Dios lo resucitó al tercer día y así nos redimió con su sangre. El ejemplo de Jesús nos ilumina a todos y nos invita a seguir sus pasos”.

Interesante analogía, si tomamos en cuenta que este desastroso hecho se dio por la defensa de Jesucristo ante comuniones sacrílegas. Tanto fieles como el clero, se negaron a dar y recibir la Santa Eucaristía en la mano, y seguir con la tradición cristiana de recibirla en la boca por amor y respeto a nuestro Señor Jesucristo, y es a Él a quien debemos obedecer por encima de los hombres, aun “hombres de iglesia”, y sobre todo si estos se comportan falderamente obedientes al poder mundano (hoy me entero que la “comunión en la mano obligatoria” fue una orden civil a los obispos mendocinos). Dudo mucho que sea de buen teólogo, comparar el sacrificio del Hijo de Dios con la obediencia ciega a órdenes injustas.

“Tengo que decirles también que no se dejen manipular. Algunos de los líderes ‘anónimos’  locales, algunos de los que se entrometen sin ser de la Diócesis, y algunas de las agencias informativas que intervienen en nuestra realidad tienen posturas muy críticas y cizañeras contra el Papa Francisco, contra los santos Papas anteriores y aun contra el Concilio Vaticano II (…) No se dejen instrumentalizar y sepan reconocer las voces de sus legítimos pastores”.

¡Ah! No falta el caballito de batalla esgrimido en los últimos 50 años ¡critican al Concilio! Aunque no viene al caso hablar de un fracaso eclesial de hace más medio siglo, sino ver como siempre se utiliza este falso argumento en estas circunstancias: Usted no obedece al concilio, usted es malo, cambie y obedezca. ¿Qué importa si los medios que informan sobre este desastre son “críticos del concilio”? ¡No importa un comino! Importa el mensaje, no el mensajero; Y el mensaje es ¿Qué rayos pasará con el seminario? ¿Los seminaristas? ¿Nos darán respuestas?  Mucho me temo que se seguirá atacando al mensajero para no oír su mensaje.

“Pido a todos que no concurran a estas convocatorias anónimas. Agravan la situación y pueden perjudicar más a los mismos seminaristas, que todos queremos cuidar. Y, más allá de las buenas intenciones de algunos, serán interpretadas como gestos de rebeldía y contestación…”

Tristemente su pedido será desoído, querido monseñor, porque las contrarrevoluciones siempre son populares. A toda injusticia le corresponde una contestación justa, y los fieles sanrafaelinos han estado a la altura, y con justa razón pueden ser llamados “La Vandeé de los Andes”. Y de todo corazón, esperemos que la batalla continúe, por amor a la verdad y a la justicia, terminando en la victoria del bien sobre el despotismo episcopal.

No será en vano

Mi sincero deseo con respecto a Taussig, es que recapacite y suplique a Roma el fin de esta injusticia, y si no es el caso, que la resista con hombría como sus fieles y su clero. Esperemos que pronto los días traigan buenas noticias a las tierras del arcángel San Rafael.

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Interesantes aportes aquí:

Charla entre Patricio Lons y Andrea Greco de Álvarez en relacione al cierre del seminario (video).

Las ilustradoras imágenes de los afiches pegados en el obispado (aquí y aquí).